Aunque muchos jardineros valoran a las hormigas como insectos polinizadores, los propietarios de los árboles de durazno les temen. Las hormigas pueden ayudar a los melocotoneros a producir frutos transfiriendo polen de una flor a otra mientras se alimentan, pero una vez que se forma la fruta, las hormigas significan un desastre. Los pequeños insectos cavan y se alimentan de la fruta, lo que hace que muera o se pudra en el árbol. Esto no solo es desagradable, sino que hace que la fruta no sea comestible y puede causar un gran daño al árbol si pierde demasiadas frutas.
Mantenga las hormigas de sus melocotoneros con la plantación complementaria.Por supuesto, puedes matar a las hormigas con pesticidas, pero estos pueden ser tan dañinos para los humanos y las plantas como los propios insectos. Los pesticidas orgánicos pueden funcionar, pero muchos de ellos son impredecibles. Una forma segura de repeler a las hormigas de sus árboles de durazno es usar la plantación complementaria, plantando hierbas útiles que las hormigas eviten.
Paso 1
Plante cebollas y ajos alrededor de sus melocotoneros a mediados de invierno, justo antes de Navidad. Esto les da tiempo para germinar en el frío y cultivar raíces subterráneas que podrán soportar un nuevo crecimiento en la primavera. El aroma de ambas plantas repelerá a las hormigas y evitará que las hojas se enrosquen en los duraznos.
Paso 2
Cava un hoyo de aproximadamente 5 pulgadas de profundidad y ancho para cada bulbo de cebolla y 3 pulgadas de profundidad y ancho para cada bulbo de ajo. Deslice cada bulbo en su agujero apropiado y mezcle un puñado de compost maduro con la tierra del agujero para dar nutrientes a las plantas. Cubra las bombillas completamente con tierra y empaquételas suavemente. Si tuvo que apartar la nieve para llegar al suelo, empújela sobre los agujeros. Aislará las plantas.
Paso 3
Esté atento a los brotes alrededor de sus melocotoneros en la primavera. Cuando se formen brotes de ajo y cebolla, cúbralos con una pantalla de tela para evitar que las aves se lleven sus plantas. Los brotes deben emitir un aroma que evite que los insectos dañinos infesten sus árboles.