El método que utiliza para eliminar las manchas de la pintura blanca depende de varios factores, incluido el tipo de pintura y el tipo de mancha. Las paredes pintadas de plano representarán el mayor desafío a menos que estén pintadas con una de las pinturas lavables mate o planas más nuevas. La pintura plana generalmente no se puede fregar y los productos químicos de limpieza pueden estropear la pintura. Los esmaltes más resistentes, brillantes, a base de agua o alquídicos (a base de aceite) son más fáciles de limpiar. Como regla general, cuanto más brillante sea la pintura, más fácil será limpiarla.
Paso 1
Pruebe el método más fácil y menos invasivo primero. Use un trapo seco o una de esas esponjas "mágicas" que pueden eliminar algunas manchas y marcas sin agua o detergente. Frote suavemente con un movimiento circular y vea si la mancha se quita.
Paso 2
Rocíe la mancha ligeramente con un limpiador suave. Déjalo reposar durante aproximadamente un minuto para que el limpiador funcione antes de limpiarlo.
Paso 3
Limpie la mancha con un trapo y detergente suave. Use un detergente o solución para cortar la grasa, como detergente para lavar platos o vinagre blanco, si la mancha es aceitosa o parece haber penetrado en la superficie.
Paso 4
Use dos cubos y trapos separados; uno para lavar y otro para enjuagar. Al hacer un área grande o una pared entera, trabaje desde la parte superior de la pared hacia abajo.
Paso 5
Intente planchar manchas de grasa o cera. Enciende tu plancha y deja que se caliente bastante. Coloque algunas toallas de papel secas o papel marrón sobre la mancha, y coloque la plancha sobre el papel sin dejar que descanse directamente contra la pared. No permita que se asiente en un lugar durante más de 20 o 30 segundos porque puede derretir la pintura. Esto puede absorber la mancha en el papel.